27/1/07

Gombrich y la imagen visual

Un aspecto muy importante dentro de la sociedad es la comunicación que se establece a través de elementos gráficos o visuales. En el capítulo “La imagen visual: su lugar en la comunicación”, Gombrich nos habla de la importancia, trascendencia y “cotidianidad” de los mensajes visuales. Con respecto a esto se puede mencionar que diariamente estamos expuestos a miles de anuncios e informaciones que son percibidos a través del sentido de la vista. A pesar de que la captación de imágenes es un proceso que aparentemente no requiere de gran esfuerzo (al menos para las personas que contamos con nuestros cinco sentidos), no quiere decir que actualmente la comunicación visual se entienda y desarrolle correctamente. La falta de entendimiento de los procesos gráficos comunicativos no solo se identifica en la confusión que en diversas ocasiones enfrentan los receptores de los mensajes visuales sino que también se hace presente en los mismos comunicadores gráficos, ya que muchas veces se desarrollan significantes que lejos de facilitar el entendimiento generan situaciones ambiguas.

Para entender un poco mejor algunas de las características del lenguaje visual, a continuación se comentarán algunos puntos importantes del artículo de Gombrich. En primer lugar cabe destacar que de acuerdo con Karl Bühler (en Gombrich, 2000), el lenguaje (hablando en un sentido amplio), tiene tres funciones: la expresión (síntoma), la activación (señal) y la descripción (símbolo). La función de expresión proporciona información acerca del estado “emocional” del emisor de un cierto mensaje. La función de activación son aquellas características del mensaje emitido que buscan generar una cierta reacción en el receptor del mensaje y la función descriptiva da información situacional del emisor que queda definida en el mensaje (puede ser una situación presente, pasada o futura de una acción, personaje o situación).

Tomando como referencia las descripciones hechas por Bühler acerca de las funciones del lenguaje, se puede identificar la funcionalidad de dichas descripciones en la comunicación visual ya que los tres elementos antes citados pueden aclarar el panorama acerca de los motivos funcionales por los cuales un mensaje fue desarrollado. Aunque no podremos saber con certeza absoluta el estado “emocional” del emisor (función de expresión), a través de un análisis de los elementos utilizados en un determinado significante, se pueden identificar una serie de características individuales que ayudan a determinar, por ejemplo, porque un cierto autor utiliza una determinada línea de diseño. El análisis de la función de activación puede proporcionar al comunicador visual un panorama más claro acerca de los elementos necesarios para que un mensaje sea entendido, es decir, si el diseñador desde un principio identifica cuál o cuáles son las reacciones que se quieren generar en el espectador, entonces la determinación de los elementos necesarios, así como la correcta combinación de los mismos, se verá ampliamente mejorada y el mensaje que se emita será integral. Por último, la función descriptiva ayuda tanto al emisor como al receptor de un mensaje a entender algunos aspectos contextuales que intervienen en el proceso de desarrollo de un mensaje, así como en el proceso de entendimiento de una cierta información, puesto que se puede entender a través de la contextualización, las intenciones de un determinado autor y su respectivo mensaje. Atendiendo estas funciones del lenguaje, el comunicador visual puede ampliar su panorama de planeación creativa con el fin de desarrollar mensajes mejor sustentados.

Debido a que la imagen ha sido ampliamente utilizada a través de la historia para transmitir un gran número de significados de diferentes clases (por ejemplo de tipo político, religioso, comercial, social, etc.), es necesario que se identifiquen ciertos elementos fundamentales para el entendimiento “correcto” del significado que se pretende transmitir. Con respecto a esta situación, Gombrich propone tres variables que son importantes para poder entender el carácter comunicativo de un cierto significante. A continuación se mencionarán las variables propuestas por Gombrich y una breve definición personal de cada uno de ellas para proporcionar un panorama más sencillo de lo que se pretende comunicar en el artículo.

El código es la primera variable y se puede definir como una convención establecida por un conjunto de individuos o sociedad, en donde se asignan una serie de valores o significados a un conjunto de signos de cualquier tipo para poder comunicar y entender una cierta idea o mensaje. El código necesita ser aprendido para que funcione correctamente. Esta variable es necesaria tanto para el que recibe el mensaje como para el que lo emite ya que si el diseñador genera un mensaje cuyos elementos constitutivos definen claramente las características del código, es decir, que un cierto color o forma representen de forma sencilla una idea determinada, por decir algo, entonces el entendimiento de la convención será más fácil para el usuario o receptor.

El texto es la segunda variable y, de acuerdo con Gombrich en este artículo, se refiere a aquella información que se transmite con el objeto de emitir un significado. El “texto” puede ser entendido en esta definición como tipografía, imágenes o el conjunto de ambos elementos. La variable textual permitirá al diseñador determinar cuáles son los elementos más pertinentes para conformar un mensaje, con lo que se beneficiará al receptor de la información, ya que la integración formal será la adecuada respecto a sus necesidades de comunicación y de esta forma podrá realizar una “lectura” fluida del significante.

El contexto es la tercera variable y es un entorno, medio físico o situacional específico (o la combinación de todos ellos) donde se lleva a cabo un proceso comunicativo (desde el punto de vista de la comunicación visual), como puede ser una cierta etapa en la historia (contexto histórico), un determinado lugar (contexto espacial), una determinada sociedad (contexto social), etc. Esta variable le permite al observador entender la intención y función de un cierto mensaje en un tiempo y espacio específico y de esta forma evitar ambigüedades, pero también permite al diseñador determinar cual será el enfoque que será representado gráficamente, es decir, que tipo de contextualización o descontextualización será abordada en la temática de la solución visual.

Estos son algunos aspectos que considero importantes dentro del artículo de Gombrich que nos ayudan a entender y dimensionar mejor la complejidad de la comunicación visual, que no solo está basada en criterios “estéticos” o “visualmente agradables”, sino que implican una serie de procesos comunicativos y perceptuales que deben de ser estudiados y entendidos para poder generar una sociedad visual consciente del papel fundamental de la imagen gráfica.

Por último puedo decir que debido a que nuestra sociedad es altamente dependiente de las imágenes, es necesario que se realice una reflexión más profunda por parte de los diseñadores acerca de las funciones, alcances y limitaciones de la comunicación visual para mejorar la calidad de la misma. No es suficiente, por mencionar algo, la sola utilización de una gran cantidad de gráficos o familias tipográficas en los mensajes, sino que se debe de tomar en cuenta que la decisión última de la mejor propuesta visual está determinada por el público al que nos dirigimos, por lo que la abstracción de elementos es una consecuencia favorable del estudio minucioso de toda la información concerniente a cada problema de comunicación.

2 comentarios:

María dijo...

Muy bueno tu explicación, fue de gran ayuda.Gracias!

miguel angel barbosa dijo...

muy buen texto pero falta una bibliografia detallada y las citas correspondientes