3/10/07

Hibridación: proceso más que resultado

Antes que nada me gustaría decir que para poder entender el concepto de hibridación desde el punto de vista de García Canclini en su artículo “las culturas híbridas en tiempos de globalización” a continuación me permitiré citar un pequeño párrafo acerca de este tema que dice lo siguiente: “entiendo por hibridación procesos socioculturales en los que estructuras o prácticas discretas, que existían en forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas” (Canclini, 1990:3).

Esta definición proporciona un panorama más claro del concepto de hibridación que, en este caso, no se utiliza dentro del ámbito biológico sino más bien cultural. En este caso es muy interesante el paradigma planteado en la lectura ya que va más allá de las concepciones puristas y estipula que todo proceso cultural es el resultado de una interacción; que es generado mediante la combinación entre dos ámbitos diferentes pero bien definidos y que da como resultado un nuevo planteamiento, ya sea ideológico o material. Partiendo de este hecho, es importante analizar más que el resultado de una “combinación” o hibridación, analizar cómo se llegó a ese resultado, de tal forma que se puedan identificar qué factores cosmológicos intervinieron en la creación de una determinada identidad.

Dentro del ámbito de la comunicación visual y de la identidad corporativa, el entender los procesos a través de los cuales una determinada entidad (individual o institucional) llegó a constituirse de una determinada manera, es fundamental para poder desarrollar una solución visual que vaya de acuerdo con las percepciones internas y externas de una determinada institución.

Por ejemplo, para poder entender cómo una marca como SONY pasó de ser una “pequeña” compañía que fabricaba relojes despertadores a ser un imperio en el área de los aparatos electrónicos y tecnológicos, es necesario estudiar y analizar, entre otras cosas, todo ese proceso histórico-cultural que necesariamente tuvo que estar sujeto a hibridaciones de todo tipo, desde el contacto e innovación a partir de diversas tecnologías y distintos expertos hasta el contacto con consultorias de diseño, agencias de publicidad y relaciones públicas para dar como resultado, de todo un conjunto de hibridaciones, una marca que es mundialmente reconocida.

El concepto de hibridación permite entender, según mi punto de vista como diseñador, que existe un contacto, una interacción, que dará como resultado algo, ya sea “positivo” o “negativo”. En este sentido es importante que como comunicadores visuales estemos dispuestos a “hibridar” los lenguajes gráficos para que de esta manera se puedan enriquecer en lo posible, las capacidades y conocimientos del diseñador. Esta disposición a la hibridación a la que me refiero tiene que ver con ser eclécticos y al mismo tiempo selectivos para no dejarnos deslumbrar sólo por la cosmética, la tecnología o los paradigmas pseudo-posmodernistas anárquicos. Hago esta aclaración porque necesariamente el diseñador por sí solo no puede, por ejemplo, desarrollar adecuadamente una identidad visual, ya que es necesario el contacto e interacción con otras áreas como la antropología, la sociología, la etnografía, la comunicación, la publicidad, la mercadotecnia, entre otras, que enriquecen el proceso de investigación, desarrollo, proyección e implementación de una solución visual.

La hibridación puede ser algo enriquecedor, desde el punto de vista gráfico, si es que se consideran y respetan los límites y alcances de cada uno de los actores que intervienen en un proceso creativo. Además, recordemos que de una u otra forma, nosotros como comunicadores visuales, en el momento de utilizar un método de visualización, estamos generando de algún modo una “hibridación” ya que estamos interpretando, en la mayoría de los casos, información o datos ajenos a nuestra disciplina y que pertenecen a otro ámbito (comercial, político, social, educativo, etcétera), que al entrar en contacto con los conocimientos propios de la comunicación visual, generarán un híbrido (solución visual) que deberá funcionar, o al menos es lo que se espera, dentro de un nuevo ambito social-cultural, es decir, tomamos datos de una disciplina, ciencia o arte, agregamos conocimientos de nuestra disciplina (el diseño) y dará como resultado una solución gráfica, donde lo importante no sólo es la propuesta visual en sí, sino todo el proceso que conlleva la construcción de un significante.

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