1/10/07

La mediación: Johan Fornäs

Cuando se realiza una comunicación entre individuos, los mensajes transmitidos no son, en esencia, puros, ya que cada una de las partes involucradas reinterpreta los datos de acuerdo con su entorno y experiencias personales. De manera general se podría decir que esa “reinterpretación” de los datos o información es una “mediación”, que de acuerdo con Fornäs en “The crucial in between” es algo inherente en la comunicación humana.

En el artículo antes mencionado, Fornäs establece que “no puede haber comunicación sin mediación” ya que siempre existirá algún elemento (ya sea material o intelectual) que funcione como instrumento comunicativo necesario. Desde el punto de vista del diseño de la información, en este caso se podría hablar de una interfaz, que en términos generales sería un elemento que está entre un individuo y un objetivo y que permite que, a través de un accionar, una cierta actividad se lleve a cabo satisfactoriamente. De esta forma, la mediación que realiza una determinada entidad (unas tijeras, un mouse, nuestra capacidad para interpretar un texto) permite que un acto se pueda realizar.

El entender el concepto de mediación en el paradigma de Fornäs es importante porque permite entender mejor cómo es que se forma una identidad dentro de una determinada cultura. Para el no sólo es importante estudiar la identidad en sí, sino que se debe de estudiar al sujeto, al contexto y al texto (el texto hablando en un sentido amplio y como aquel elemento que se genera en una determinada cultura) para que de esta forma se puedan clarificar y entender los procesos de apropiación y transmisión de significados. Es decir, cuando se comunica algo no basta con observar sólo lo superficial sino que hay que estudiar e investigar qué otros factores generaron una determinada identidad, tanto a nivel personal (sujeto) como a nivel situacional (contexto) y comunicativo (texto).

En este sentido, el estudio contextual es muy importante ya que de acuerdo con Fornäs, la identidad se construye a través de la interacción, puesto que los sujetos se encuentran dentro de un ambiente social, que de una u otra forma los influye e interactúa en un intercambio comunicativo “sujeto-contexto” que culminará con el establecimiento de una cierta claridad en los identificadores sociales e individuales. Por lo anterior se puede decir que el contexto es un espacio creativo, es decir, existen espacios que generan o “crean significados” (por ejemplo los museos, las escuelas, entre otros).

Ahora, hablando de los textos, Fornäs dice que el texto no sólo actúa en el momento del “contacto” con el usuario sino que puede ir más allá, es decir, generar un discurso posterior, por lo que la “vida” de algunos textos culturales no tiene un límite corto sino que va más allá, generando nuevos significados y desechando otros. En este caso, como comunicadores visuales es importante tomar en cuenta esta afirmación, ya que cualquier solución visual que se emita, no sólo comunicará en el instante en que se ponga en contacto con el usuario o receptor, sino que posteriormente seguirá generando nuevos discursos acerca de lo que se quiso comunicar. Por esto es importante desarrollar mensajes bien estructurados que sean adecuados al código comunicativo en turno y así reducir al máximo la posibilidad de generar contaminación visual.

Por último puedo decir que, después de estudiar a autores como Giménez, Bauman y Lotman, entiendo a la identidad como un fenómeno cultural, que va más allá de la superficie o de lo visible, que tiene una razón de existir y que está determinada por diversos aspectos como el sujeto, el contexto, la interacción social, los conocimientos individuales o, usando un término más específico, por la cosmovisión de cada uno de los individuos pertenecientes a una sociedad.

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